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Chocolate, el triunfo de un sonido propio
 
Parte II

Se renunciaba deliberadamente a la comercialidad tan presente en otras salas, por lo que era ya muy difícil escuchar temas vocales en la pista de Chocolate. La música principal eran las bases makineras y techno sabiamente mezcladas con temas hard trance como los clásicos Jens – Loops & Tings o Commander Tom – Are Am Eye. de sellos como Bonzai, Eye Q o Platipus. Precisamente, esta diferenciación musical fue la que provocó en gran medida que Chocolate se hiciera con un público fiel que jamás dejó de acudir a la sala.

Durante estos años la discoteca publicaría dos nuevos discos, los primeros de la saga Chocolate Mix. En realidad,  se trataba de recopilatorios de los temas que por entonces sonaban en la discoteca, pero sin incluir ninguna sesión. La fama de Chocolate hizo que la sala fuese elegida para aparecer en la película “Killer Barbies” del director Jesús Franco, un film de terror, con buenas dosis de humor, protagonizado por los miembros del grupo de Indie-rock Killer Barbies y por Santiago Segura.
 

Desgraciadamente, durante los años 1996 y 1997 se produjo una gran crisis de público en la mayoría de discotecas de la zona, debido sobretodo a la implacable persecución tanto mediática como policial a la que los jóvenes se veían sometidos. Esta persecución provocaba el que la juventud dejara de coger el coche para salir de fiesta y se decantara más por quedarse en la ciudad. Así, muchas de las salas que años atrás estaban siempre llenas tuvieron que cerrar sus puertas.

 

El Resurgimiento ( 1998-2001 )
 

A pesar de la crisis que vivía el sector, Chocolate seguía con su público y con su estilo único de música. De pronto, el año 1998 se iba a convertir en una nueva gran época para la discoteca. Coincidiendo con el lanzamiento del recopilatorio Chocolate mix 3 que de nuevo incluía una sesión de la discoteca, Chocolate vuelve a convertirse en la sala nº 1 de Valencia.

Ese modo único para saber combinar diferentes estilos en sesión sería fácilmente reconocible por todos los festeros del país como “Sonido Chocolate”. Tras la celebración en octubre de un apoteósico 18º Aniversario, la sala decide lanzar a finales de ese mismo año un nuevo recopilatorio, el Chocolate Mix Blanco, un triple cd en el que los dos primeros contenían 20 temas en versión maxisingle representativos del sonido Chocolate del momento, mientras que el tercero era una “live session” pinchada por José Conca.

Esa sesión, se convertiría rápidamente en legendaria para todos los chocolateros, tanto por la calidad de los temas que en ella aparecían como por la perfección de las mezclas.

En esos meses y principios del 99, un nuevo estilo se incorporaría a la gama de sonidos pinchados en Chocolate. El Jumper, de origen belga pero rápidamente adaptado también por los productores holandeses llegaría para suplir el hueco dejado por la mákina. Las producciones de gente como Da Boy Tommy, Da Tekno Warriors o Da Rick se convertirían en la base musical de la discoteca, la base sobre la que a partir de entonces iban a girar los demás estilos tan apreciados por los chocolateros de la época.


Durante los dos últimos años del milenio, el 99 y el 2000, Chocolate seguiría en lo más alto. Los dos recopilatorios publicados en esos años, el Chocolate 4 y el Chocolate 5, serían, de nuevo, un éxito total de ventas; y es que, era prácticamente imposible salir un día a la calle en Valencia y no oír algún coche con estos cds sonando en sus equipos

Es en estos años, cuando a raíz del éxito del Jumper, el sonido de Chocolate se vuelve más duro al incorporar temas de dos nuevos estilos, el Newstyle y el U.S. Hard House.

El primero, procedía de Holanda y había nacido como una especie de renacimiento del Hardcore, que tras unos años de comercialización debido al happy hardcore, necesita un nuevo impulso. Así nació el Newstyle, una mezcla entre el Jumper importado desde Bélgica y el Gabber. Los grandes abanderados de este estilo fueron gente como The Stunned Guys con su archiconocido Thrillseeka.

Por su parte, el U.S. Hard House venía, como su propio nombre indica, de los Estados Unidos. Era un estilo parecido al Jumper pero con mayor presencia de sonidos ácidos sacados de la clásica TB 303 tan utilizada una década atrás en el apogeo del acid house. Los productores más destacados de este género eran y siguen siendo los californianos Mark V & Poogie Bear, que con temas como This Is Los Angeles o Funkier se ganaron rápidamente al público chocolatero.

Así pues, la sesión era iniciada en las primeras horas después del himno por el sonido más duro para ir pasando a unas horas en las que los temas del momento eran combinados con grandes temas chocolateros de los años 90, para finalizar a última hora con la llamada música de mañanitas, básicamente temas progressive y trance que servían a esas horas para preparar a los asistentes para el momento del cierre, en el que se volvían a poner los temas más destacados, tanto duros como melódicos, y finalizar con el Let Yourself Go.

Reinventándose de nuevo (2001- 2004)


En abril de 2001, se celebraría la primera de unas fiestas que desde entonces se han convertido en las más esperadas por gran parte del público de Chocolate. La primera fiesta “Aquella noche del…” rendía tributo al año 95 con la presencia de algunos de los mejores djs de aquella época.

El éxito de la fiesta fue tal que, el 7 de julio de ese año se haría la segunda, con sorpresa incluida para los asistentes, la que hasta la fecha ha sido la última actuación en directo de un grupo en Chocolate; el grupo valenciano Sensity World, autores en los noventa de un gran número de producciones dance hacía las delicias de los allí presentes , recordando sus temas más conocidos, entre los que se encontraba la famosa remezcla que hicieron al clásico de los ochenta de New England, Get it Up. Desde entonces han seguido celebrándose regularmente fiestas “Aquella noche de…” tanto del 95, como del 96 y ya más recientemente del 98.

 

Por unas cosas y por otras, semanas después de celebrarse la segunda y, tras la publicación del reciente Chocolate Mix 6, José Conca sale de la cabina de Chocolate.

Para mantener el estilo chocolatero, se decide que los djs residentes sean Juanfran y Alberto Suárez. Lo malo es que, en 2002, las producciones de sonido 100% chocolatero empiezan a escasear, por lo que se hace más complicado mantener el mismo estilo de los últimos años y se debe empezar a tirar de otros estilos que estaban en boga en esos momentos como el Bumping, lo que hace que el sonido que emanaba Chocolate en aquella época ya no fuera tan diferente al que se podía escuchar en otras salas.

 

A finales de 2002 y principios de 2003, la cabina cambia de residentes, pasando a pinchar en la sala Héctor Alias, Dj Polo y Óskar 41.

Paralelamente, al cambio progresivo de la música, otros factores empiezan a afectar a Chocolate y las demás salas cañeras. El cambio de costumbres nocturnas de los jóvenes se ve reflejado en que cada vez más se prefiere el fenómeno de las macrodiscotecas sobre el de las discotecas clásicas de una sola sala y un solo sonido. Esto va repercutiendo poco a poco en una bajada de asistencia a todas las salas, incluida Chocolate.

 

 

Esto va repercutiendo poco a poco en una bajada de asistencia a todas las salas, incluida Chocolate. Héctor intenta combatir este fenómeno y para regenerar un poco la imagen de Chocolate y a su público, apuesta por una línea musical no tan dura como era costumbre en Chocolate, pinchando sobretodo progressive, bumping, más pasteles que antes y el nuevo Newstyle nacional nacido en Valencia y que se encontraba mucho más cercano al U.S. Hard House que al propio Newstyle holandés.
La historia continua, pero ya no sería remember y es que Chocolate resiste, para los que ahora andan por los 30, 40 esta claro que no tiene nada que ver con lo que fue, pero para un sector de las nuevas generaciones sigue siendo un local de referencia.

La caída y el renacimiento (2004-2006)
 

Lamentablemente, Héctor no consigue su objetivo y la sala sigue perdiendo clientela durante la segunda mitad de 2004.

 Tras el aniversario de ese año, los nuevos residentes de Chocolate pasan a ser Óskar 41, Víctor Conca y Dj Osama, que sin embargo no pueden evitar la dura decisión que la dirección de Chocolate iba a adoptar, el cierre definitivo de la discoteca.

Se marca la fecha final para Chocolate, el 6 de noviembre de 2004. Ese día y para recordar toda la historia de Chocolate, acudirían a pinchar casi todos los djs que en algún momento de su vida habían sido residentes de la discoteca. Con un horario especial, que se alargaría hasta más allá del mediodía, se celebraría la última gran fiesta de la mítica discoteca.

Ante tal noticia, los chocolateros de todas las generaciones acuden en masa ese día para despedir como se merecía la que durante muchos años había sido su segunda casa, el lugar donde habían disfrutado como en ningún otro, donde habían hecho inolvidables amistades y donde en definitiva, se habían dejado una parte de sí mismos.

El lleno es total, hacía años que no se veía algo así, todos los djs sacarían lo mejor de sus maletas para el que en algún momento de su carrera había sido su público. Pero los chocolateros no podían rendirse ante la desaparición de la discoteca. A través de sms, Internet y la emisora + Radio, se convocaba a una manifestación que se celebraría el siguiente sábado por la noche en el propio parking de la discoteca. Cientos y cientos de chocolateros, incluidos varios miembros de la sala, acudían esa noche como si fuera un sábado más, como si no hubiera pasado nada y la discoteca fuera abrir como había hecho durante 24 años.

Este hecho llega a aparecer en la prensa y sirve para demostrar a la dirección que Chocolate debía seguir abriendo sus puertas. Así lo considera, y decide que a partir de entonces la discoteca abriría una vez al mes, dos a lo sumo, para poder congregar siempre que abriera a un mayor número de chocolateros. La fiesta de reapertura en el puente de diciembre es un éxito total, continuado la noche del 25 de diciembre de ese año con una fiesta que muchos chocolateros estaban esperando desde hacía más de tres años.

Esa noche se produciría el reencuentro de José Conca con la que durante tantos años fue su casa. La discoteca se llenó de nuevo por completo tanto de los chocolateros más recientes como de los más veteranos. De nuevo en cabina, Conca pincharía una sesión de más de cinco horas ante el delirio del público asistente. Eso le haría seguir regresando a pinchar a la discoteca en las siguientes fiestas remember celebradas durante los meses que vendrían.

 

Gracias a los djs residentes y a su constante búsqueda de material discográfico, se consigue recuperar un estilo identificativo con Chocolate y su historia. De nuevo el “Sonido Chocolate” vuelve a ser único en todo el país, por lo que la sala vuelve poco a poco al primer plano de la escena nacional.

En el año 2005, y para celebrar los 25 años de historia de la discoteca, se lanza al mercado el recopilatorio Chocolate The History, en el que José Conca hace un repaso a los mejores temas que han sonado en Chocolate durante los noventa, mientras que Víctor Conca y Óskar 41 hacen lo propio con los temas más representativos de la nueva década.

Durante los siguientes meses, hasta principios de 2007 la fórmula mensual consigue mantener la sala en buen estado de forma. Es en esta época, en la que un nuevo estilo musical (una vez más procedente de los Países Bajos) entra con fuerza en la amalgama de estilos que representarían a Chocolate a partir de ese momento, el Jumpstyle, un estilo que podría definirse como una mezcla de elementos del Jumper, el Hardstyle y el Progressive.


Grandes Cambios (2006-2008)

 
Después de 26 años, la discoteca cambia de dueño y por tanto también de dirección, dejando Artemio Guardiola, y Vicente Val de ser las caras más representativas de Chocolate. La nueva dirección decide realizar grandes cambios para intentar asentar definitivamente en la nueva escena nocturna valenciana a la discoteca.

Se reforma por completo la terraza (conocida desde años atrás como La Jungla) para convertirla en una segunda sala con un sonido diferente al de la sala principal. Se apuesta por el sonido newstyle (especialmente español), con dos nuevos djs, Vilchez y Manniak, mientras que en la sala principal se sigue apostando por el estilo de los últimos meses y con Óskar 41, Víctor Conca y David DTX manteniéndose en la cabina como djs residentes. Además, y como gran novedad, se decide volver a abrir de forma semanal todos los sábados noche.
 

Sin embargo, el proyecto no consigue los resultados esperados. En agosto Óskar y Juan Alfa dejan la discoteca por divergencias con la filosofía de la nueva dirección. Poco después del aniversario, Víctor y David seguirían sus pasos produciéndose así un cambio total tanto en la cabina como por ende en el estilo musical de Chocolate. La nueva cabina corre a cargo de algunos de los djs del sello CHR, claro impulsor del sonido newstyle en España.

La discoteca no remonta y en diciembre de 2007, tres años después de la primera clausura, Chocolate cierra sus puertas.

 Nuevas Ilusiones (2008 – 2009)
 

Con el cierre, hay un nuevo cambio de dueño quien toma el control de la mítica discoteca. Se recupera como djs residentes a Óskar 41 y a David DTX, a quienes se les une la joven Eva Dj.

La primera gran decisión que se toma es la de mantener Chocolate cerrado hasta marzo para poder afrontar una serie de reformas necesarias en la veterana discoteca. Se hace un techo completamente nuevo, se arreglan los parkings, se pinta de nuevo toda la discoteca de color marrón oscuro para hacerla parecer un pastel gigante de chocolate y, lo más importante, una reforma total del equipo de iluminación (con un nuevo láser multicolor, dos verdes, pantallas de plasma…) y sobretodo, un nuevo equipo de sonido; un equipo diseñado especialmente por los responsables de RAM Audio, Miguel Ángel Royo y su hijo Alain, y que consiguen que la discoteca suene con una potencia y una calidad exquisita.

En el apartado musical, se decide que el “Sonido Chocolate” debía de volver a ser un sonido diferente. Se bajan los bpms y se aparta el newstyle, poniendo solamente los temas de más calidad. El nuevo estilo de Chocolate engloba en esta nueva etapa temas sobretodo progressive, hard trance, jumpstyle y hardstyle, todos ellos seleccionados minuciosamente por los miembros de la cabina para conseguir ese sonido único que siempre se ha buscado. En gran medida se pinchan temas de forma exclusiva, ya que muchos son caras B.

Así pues, los cimientos para este nuevo e ilusionante proyecto se presentan consistentes para conseguir el resurgir una discoteca que cerca, de cumplir 28 años, se ha convertido por méritos propios como una de las salas más legendarias de todo el país.
 

Qoqoa (2009 -2010)

 

En un intento de reinventarse a si mismo y de la mano de una nueva dirección, esta mítica sala se convierte en Qoqoa (no se de quien fue la idea de tal impronunciable nombre), traducción suigéneris de Chocolate al ingles (Cocoa).

Pero no se conforman con cambiar el nombre, sino que despojan a Chocolate de su más importante legado, que la hizo posicionarse entre las discotecas más prestigiosas del territorio nacional, su particular estilo musical siempre alejado de las líneas comerciales del momento.

 

El Sonido Chocolate, ha fallecido definitivamente, y son miles los chocolateros que se lamentan de este giro empresarial sufrido.

En Noviembre de 2009, tuvo lugar la inauguración de Qoqoa contando con Jorge Cardona, Alfredo Pareja y Oscar S como djs residentes y Rober Duck y Ronro como djs invitados, con un éxito relativamente moderado, fomentado por el alto precio de las entradas y consumiciones, la mala conexión de autobuses , pero sobretodo por la musica, principalmente house y comercial.

Con un estilo totalmente renovado, temas comerciales y djs de poca repercusión, Qoqoa intenta reinsertarse a costa de uno de los mayores mitos de la noche valenciana.

 

Y el fin

 

Para los que hemos conocido los mejores años de esta emblemática sala, sólo nos queda apenarnos al comprobar, que incluso locales de una trayectoria como Chocolate, con una personalidad propia jamás doblegada ante los temas comerciales, acaba sucumbiendo ante la globalización y encima, con poca repercusión, ya que, a pesar de los grandes intentos de su nuevo equipo directivo, la sala no funciona como se esperaba.

Aquí queda nuestro tributo a Chocolate, un recuerdo para los que bailamos, disfrutamos y en definitiva vivimos, aquella experiencia única que difícilmente volverá.

Hoy convertida en ruinas, espera su adquisición para convertirse en un centro comercial o permanecer definitivamente abandonada.

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