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Fotomaton 12 de Julio - Wilko Johnson

El 12 de Julio de hace  69 años nacia  Wilko Johnson guitarrista y compositor británico de pop y rock, conocido como miembro fundador del grupo de pub rock y rhythm and blues Dr. Feelgood; y ocasionalmente actor televisivo.

Dr. Feelgood es un grupo originario del Reino Unido, formado en 1971 y que alcanzó su mayor popularidad a mediados de la década de 1970. Con un repertorio basado en rhythm and blues, encabezaron en Londres el género del pub rock, reacción al auge del rock progresivo y del glam rock, y que el punk reconoce como una de sus fuentes de inspiración.

 

 Concebido como cuarteto —cantante, guitarra, bajo y batería—, por la formación han pasado más de una docena de músicos diferentes y ninguno de sus componentes actuales pertenece a la original.

 

El nombre de la banda deriva del término usado en la jerga británica para referirse, indistintamente, a la heroína o al médico poco escrupuloso recetando fármacos.

Dr. Feelgood se encuadraba en la corriente musical del pub rock.

 

Su aspecto e indumentaria eran llamativos: mientras que las demás bandas, cuando salían al escenario «parecía que hubieran pasado la tarde haciendo alfarería en el jardín» y que «necesitaran de un afeitado y depilado», los músicos de Dr. Feelgood «parecían maleantes endomingados con chaqueta», recién llegados «de un funeral de gángsters».

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Wilko Johnson dio sus primeros pasos como guitarrista en su Convey Island natal, islote industrial inglés situado sobre una marisma en la desembocadura del Támesis.

 

Precoz guitarrista, desarrolló un peculiar estilo de tocar. Siendo zurdo, toca al modo de los diestros y sin púa, incapaz de sujetarla con su mano mala, la derecha.

 

Su salvaje modo de atacar las cuerdas le llevaron a poner de fondo un golpeador (la pieza de plástico protectora de la madera) de color rojo para que disimulara la sangre salpicada.

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A eso unió una impactante manera de comportarse en escena.

Con el rostro desencajado, la mirada perdida con expresión amenazante, truco que aprendió en sus años de profesor, Johnson esgrimía y agitaba la guitarra como una metralleta mientras deambulaba con movimientos espasmódicos de un lado al otro del escenario, en un movimiento bautizado como skittering.

Dr. Feelgood fue entre 1973 y 1977 la mayor sacudida de la escena británica. Los cuatro discos que grabaron en ese periodo, Down by the Jetty (1975), Malpractice (1975), Stupidity (1976) y Sneakin' Suspicion (1977) han quedado como pilares fundamentales de la respuesta del rhythm and blues al rock progresivo previo y al punk posterior.

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El grupo dio en seis años más de mil conciertos fue portada del influyente NME antes de tener contrato ni disco alguno, llegaron al número uno, giraron por Estados Unidos con los Ramones de teloneros y arrasaron como vikingos la escena británica del momento.

 

La presión, la fama y los excesos les fueron distanciando hasta que una disputa dio con Johnson fuera del grupo.

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​En 1977 Wilko Johnson decide abandonar el grupo a raíz de sus diferencias con sus compañeros, en especial con Brilleaux, sobre las canciones que debían haberse editado en el disco. Le sustituirá John Mayo («Gypie» Mayo). Ni el grupo ni Johnson en solitario consiguieron mantener su anterior nivel de popularidad.

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Dr. Feelgood es un grupo originario del Reino Unido, formado en 1971 y que alcanzó su mayor popularidad a mediados de la década de 1970. Con un repertorio basado en rhythm and blues, encabezaron en Londres el género del pub rock, reacción al auge del rock progresivo y del glam rock, y que el punk reconoce como una de sus fuentes de inspiración.1 Concebido como cuarteto —cantante, guitarra, bajo y batería—, por la formación han pasado más de una docena de músicos diferentes y ninguno de sus componentes actuales pertenece a la original.

En enero de 2013 anunció que padece un cáncer de páncreas incurable. Aún así el artista siguió con la gira que estaba realizando por Japón.

Desgraciadamente el 9 de enero de 2013 su representante comunica que al músico le había sido diagnosticado un cáncer de páncreas y había renunciado a la quimioterapia.

 

Más tarde declaró que los médicos le diagnosticaron el cáncer en noviembre de 2012 y le daban «nueve o diez meses de vida», que tras el diagnóstico se sentía tremendamente vivo y programaba una «gira de despedida» para el mes de marzo en el Reino Unido.

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The ecstasy of Wilko Johnson', el documental sobre su enfermedad y regreso a la vida, ganó el premio del jurado en el último festival In-Edit de Barcelona. Enhorabuena.
¿Cómo? No tenía ni idea de eso. Pero me alegro, porque es una buena película. Empezamos a rodarla como un homenaje, porque sabía que iba a morir. Después, un fan me vio en un concierto; era médico y se preguntaba cómo no estaba ya muerto o más enfermo, según el diagnóstico que tenía. El diagnóstico resultó equivocado.

Emotivo giro para una película.
 

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Como guitarrista de Dr. Feelgood, su peculiar estilo se convertiría en distintivo de la banda. Johnson no utiliza púa para tocar la guitarra eléctrica, lo que le permite interpretar a un tiempo el ritmo y el solo.

 

Además sus riffs, muy potentes y agresivos, contribuyen a dar la sensación de que están sonando varias guitarras a un tiempo. En el escenario acostumbra a acompañar esos riffs con movimientos bruscos y convulsos.

Wilko Johnson sería el elemento más llamativo de Dr. Feelgood .Los orígenes de su particular estilo interpretativo están basados en la digitación típica del blues norteamericano y la curiosa circunstancia de que Wilko Johnson es zurdo, pero toca la guitarra en la misma posición que lo hace un diestro.

Quiso aprovechar sus supuestos últimos días para resolver antiguas rencillas? ¿Y se arrepintió de haberlas resuelto luego?
No, no hice nada de eso. No hice nada. Mi vida se acababa y en realidad yo solo quería pasarlo bien. Me fui de viaje a Japón, por ejemplo.

Su reciente disco mano a mano con Roger Daltrey de The Who, 'Going back home', era una especie de retrospectiva. ¿Un regalo final para fans?
Desde luego, se suponía que iba a ser el último. Hace cuatro o cinco años, hablé con Daltrey de hacer un disco juntos. Aquello no llegó a nada. Cuando le hablé de mi cáncer, se puso las pilas: "¡Oh, Dios! ¡Hagamos el disco! ¡Que sea rápido!". Lo hicimos en solo unos días. Después, no me morí.

Esa conciencia de estar grabando un disco final recuerda al caso de Bowie y su 'Blackstar'. ¿Lo conoció usted?
No, no lo llegué a conocer. Solo por la música. Algunas cosas que hizo me gustaron.

No sé si piensa en grabar un disco de temas nuevos.
Pienso en ello. Poco a poco, la inspiración está volviendo. Sigo algo flojo, aunque hemos dado unos conciertos como teloneros de Status Quo que han ido bien. Vuelvo a la Tierra, poco a poco.

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Desde luego, acabó siendo el filme que no se suponía que iba a ser. Julien Temple [el director] quería una película sobre mis últimos meses. Al final descubrimos esta locura. La operación fue larga y no estoy del todo recuperado, pero fue un buen final para la película.

¿Ha sido difícil volver a seguir con su vida?

Debe ser extraño, después de haberse preparado para lo peor.
Es, como dice, bastante extraño. Todavía estoy volviendo a la Tierra. Me pasé un año de gira creyendo que estaba muerto. Eso deja una huella… He aprendido a vivir el momento. El futuro no existe. Pero todavía no he vuelto del todo; a veces se me hace cuesta arriba seguir adelante.

Al parecer está escribiendo sus memorias.
De hecho, estoy sentado delante de ellas, ahora mismo. Sigo en ello. Son bastante buenas. No habría pensado en escribirlas si no me hubieran hecho la propuesta estos editores. Me parece bastante difícil y extraño recordar acontecimientos en orden; todos recordamos sin parar, pero la memoria es desordenada. Y lo peor es tener que volver a vivir momentos tristes, como la muerte de mi esposa.

Por curiosidad, ¿cómo acabo haciendo del verdugo Ilyn Payne en 'Juego de tronos'?
¡Todavía no lo sé! Puede que me vieran en 'Oil City confidential' [documental de Julien Temple sobre Dr. Feelgood] y les gustara. Me llamaron para una prueba. Había varias chicas que aspiraban a ser princesas, pero para mi papel solo estaba yo. Al entrar me preguntaron: "¿Puedes hacer algo que dé miedo?". Hice una mueca y dije algo del estilo "voy a matarte". Y me dijeron, acto seguido: "¡El papel es suyo!".

The Ecstasy of Wilko Johnson es un viaje de LSD con música de circo. Inquieto por naturaleza, su sueño es inculcar a los jóvenes la lectura.

 

"Elegí el Cadillac en vez de la buhardilla", iba para pintor, realmente fue músico por casualidad, Johnny Kidd & The Pirates fue la cerilla que encendió su pasión por el rock n´roll.

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Finalmente, a Wilko le extirpan el tumor, tiene solamente un 15% de posibilidades de salir airoso, un chute de morfina puede ser su última excursión.

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No sabe si va a ganar la partida de ajedrez de Lewis que le ha planteado Julien Temple. ¡He sido un pobre diablo y, me he salido con la mía!

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"Soy una pluma a merced del viento". A Wilko Johnson le diagnostican un cáncer de páncreas, se niega a tratarse con quimioterapia.

Prefiere morir de pie, detesta la idea de ir apagándose poco a poco. "Lo que no puede curarse, puede soportarse". Le dan diez meses de vida, a lo sumo dos más si accede al tratamiento. Y como ve que el final es inminente, toma una medida: se va a despedir encima del escenario. Viaja hasta Japón, busca la paz de día en los templos de Kyoto, "si no está por llegar, esta es la hora".

De noche coge su guitarra, se despide tocando Johnny B. Goode de Chuck Berry. De vuelta a su refugio en Canvey Island reflexiona sobre el dolor y el odio, la pena por haber perdido a su mujer diez años antes también por la misma enfermedad, y la rabia que le provocó la existencia de su padre. Wilko tiene un telescopio en la azotea de su casa, le entusiasma la astronomía, y en particular Saturno. "En el contexto de la eternidad, no somos más que un parpadeo".

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