Puzzle : Un estilo propio en la noche valenciana
Parte I
En el término de Sueca, abrió en el año 1982 una sala bautizada como Bunker, que cuatro años más tarde se rebautizarÃa como Puzzle.
Esta sala ha marcado tendencias musicales y sociales, durante 21 años y pese a que siempre ha tenido una identidad propia muy marcada, su historia ha estado ligada a la de otras grandes referentes de la Ruta Destroy, como pueden ser 'Barraca', 'Chocolate' y 'Spook Factory'.
Fue el mismo Carlos Simó, ex-DJ de Barraca, quien, ante la mayor demanda de público, abrió como gerente esta otra sala, situada a apenas unos 2 Km. de Barraca en la misma carretera.
A finales de los 80 y principios de los 90, Barraca Destroy, Chocolate y Puzzle conformaban el particular triángulo de las bermudas de Sueca y, constituyeron los tres puntos cardinales del fin de semana valenciano que marcó toda una época.
Se trataba de una discoteca muy moderna, que aportó por entonces elementos novedosos en materia de iluminación, decoración, etc., y que además se enfocó musicalmente a sonidos más frescos, synthpop y technopop e incluso house.
Grupos como New Order, Camouflage, Cretu, T99, Boytronic, Information Society, o Red Flag podrÃan dar una idea de cómo fue su música durante los 80.
Uno de sus primeros disc-jokeys fue Luis BonÃas, procedente de la sala Triplex de Cullera .Tiempo después Luis BonÃas pasarÃa a pinchar en Pacha / Arena Autitorium, y entre 1991 y 1993 fue residente en Spook Factory. Al marcharse de Puzzle, recalaron dos hermanos, conocidos como Los Gemelos, que serÃan quienes le darÃan personalidad propia y fama a esta sala con esa música menos industrial y oscura, que también tuvo gran aceptación.
Durante sus inicios, la discoteca no atraÃa suficiente público los sábados por la noche, pero esa carencia no tardó en suplirse, ya que su amplio horario (acabó por cerrar cada semana alrededor de las 17 h. del domingo en su sesión de sábados noche) ayudó a que se llenase de gente procedente principalmente de Barraca, Chocolate o Spook ya a partir de primeras horas de la mañana. La hora a la cual accedÃa el grueso del público más habitual era en torno a las 6 de la mañana del domingo.
Tuvo también sesiones de domingo noche, a la que acudÃa gente chic y sofisticada.
Por lo que respecta al estilo musical de Puzzle, en los 90, fue Chimo Bayo el que llevó a los más jóvenes a las dos pistas de baile. Sus cuatro paredes han sido famosas en todo el territorio nacional ya no sólo por la música si no también por el ambiente de fiesta que se respiraba en toda ella», cuentan fuentes de la discoteca.
Destacaba del resto de las salas de entonces por su famosa terraza ajardinada con sus soportales a ambos lados llenos de acuarios y con zonas para sentarse (que se cubrió en el año 1994), y su cabina de DJ ,en la sala interior en forma de torre de barras metálicas, asà como su cafeterÃa, en el mismo edificio, pero separada (aunque años más tarde se integrarÃa en la propia sala).
Puzzle habrá sido, posiblemente, la discoteca más fresca y glamourosa de la zona, se pinchaban cantidad de pastelitos y temazos techno de vanguardia, esa mezcla le valió para ser una de las discotecas más visitadas de la ruta destroy.
Su corte más ligero y digerible, hacÃa estragos entre los que precisaban sonidos más bailables y menos radicales que los pinchados en Spook Factory y Chocolate: Aurora, Steve Miller Band, Cretu, Farm, Movement (fusionados con clasicos como Peter Murphy) eran grupos más acordes con la filosofÃa de Puzzle, que pronto captó más adeptos a su música más ligera y al mismo tiempo más bailable.
En 1993, Puzzle empezaba a clausurar sus sesiones con el My Way de Nina Simone (invencion de Carlos Simó), una verdadera joya musical que daba cierre a la loca sesión nocturna, la zona era ya archà conocida.
A caballo entre las décadas 80 y 90, fueron apareciendo nuevas salas, de importancia relevante, pero todas y cada una, girando al son que marcaban las más veteranas. Discotecas como Heaven, anteriormente llamada Pomelo, pequeña sala cavernosa cercana a Puzzle, pero más contundente y embrutecida, la cual tenÃa uno de los parkings más activos, provocando verdaderos quebraderos de cabeza e incluso caras de incredulidad a los sufridos domingueros que pasaban junto a ella por la carretera de El Perelló rumbo a sus apartamentos.
Sus principales sesiones eran las de domingos a partir de la mañana : Villa Adelina, junto a Barraca, que no era sino un chalet con una amplia terraza que la hizo famosa : Zona, discoteca perteneciente al eje Espiral-NOD, la cual se hizo realmente peculiar porque se especializó en sus sesiones de lunes por la mañana, que podÃan alargarse hasta el martes de madrugada (algo impensable hoy en dÃa en una discoteca de esas dimensiones), y donde atraÃa a quienes trabajaban durante el fin de semana en la noche o en la hostelerÃa, no solo de Valencia, sino también de ciudades más alejadas como Madrid o Barcelona (en estas ciudades no existÃa nada igual a esa escala para este tipo de trabajadores), y también a la gente que aún aguantaba la fiesta, generalmente gente muy desfasada pero no conflictiva; El Templo, ubicada en Cullera, no muy lejos de Chocolate, baluarte del popular Chimo Bayo, impactante visualmente por sus aires industriales de refinerÃa que emergÃa de entre los campos de arroz, y cuyas sesiones eminentemente ebm, new beat y techno las combinaba con ratos de alentamiento a sus fieles seguidores, o de acompañamiento musical-vocal, a través del micro y con performances.
Por este motivo, esta sala tuvo su público fiel, pero también sus detractores. Chimo Bayo, popular gurú de la época, DJ y productor, años antes habÃa dirigido otra sala ligada musicalmente a la ruta (no en vano podrÃa ser incluida), aunque algo más alejada, la discoteca Arsenal de Oliva, un municipio valenciano junto a Gandia, abierta desde 1986.
Estos estilos genéricos englobaban principalmente al EBM (Electronic Body Music, o música techno-industrial para pistas de baile), pop/rock de corte gótico y en su mayorÃa británico, darkwave, Post-Punk (también llamado afterpunk), techno, Synthpop, technopop, New Wave, New beat y Acid House entre otros.
Desde los inicios de la "ruta", con grupos como Bauhaus, Joy Division, Birthday Party, Classix Nouveaux, Visage, Blancmange, Comsat Angels o Devo, poco a poco fue derivando en música menos guitarrera y más electrónica, aunque a partir de 1993, comenzó a vulgarizarse con música dance rápida y de poca calidad producida autóctonamente en estudios con pocos recursos, o bien importada en su mayorÃa de Italia y Holanda.
Sus dos pistas mucho más iluminadas que las demás, una con vista al cielo estrellado (más tarde se puso una carpa acristalada) y la otra, iluminada con multitud de láseres que no cesaban de destellar, hizo que fuera elegida como discoteca de madrugada, la gente que venia con los tÃmpanos reventados de Barraca o Chocolate encontraban en Puzzle un buen pretexto para continuar la noche de fiesta.
Puzzle funcionaba al 100% a partir de las 5 de la madrugada, era increÃble ver colas de más de 100 metros a esas horas.
Sin embargo, dentro del grupo de discotecas de la "ruta", cada una llegó a tener algún estilo peculiar que la diferenciaba del resto, como Barraca, que fue la que más apostó por el pop, mientras que Puzzle lo hizo por el synthpop y el techno-pop, Chocolate por lo siniestro, ACTV por el acid, y Spook Factory por el techno.
El triangulo de las bermudas se determinó alrededor de las tres discotecas que se congregaban en el Perelló: Barraca, Chocolate y Puzzle, mientras tanto, en la ciudad, los locales seguÃan cerrando a las 5 y 6 de la madrugada, muchos de los que cerraban los garitos de la ciudad tenÃan ganas de fiesta, frase que se hizo famosa por la ruta, y no dudaban en acudir a Puzzle o Chocolate, cuando llegaban a estas discotecas ya estaba amaneciendo y cuando entraban, cerraban a las pocas horas.
Esto hizo que el publico animara a los Dj a seguir pinchando sin parar, asà sucesivamente cada fin de semana, poco a poco las sesiones se hacÃan más largas: 11 p.m., 12 p.m., 13 p.m. horas, hasta llegar a sesiones verdaderamente de locura, Puzzle y Barraca llegaban a cerrar a las 3 de la tarde, sesiones maratonianas de puro infarto.